5 técnicas de autocontrol emocional para mejorar tu bienestar

¿Pierdes los papeles o te estresas demasiado ante el más mínimo problema? La buena noticia es que no eres la única persona así. Aunque sentir nervios y agobios puede ser algo habitual en nuestro día a día, su falta de gestión se puede convertir en un inconveniente a la hora de afrontar situaciones tanto personales como profesionales. Y es que, tal y como explica Women’s Leadership, el 67% de las empresas buscan trabajadores con competencias de inteligencia emocional. De hecho, disponer de unas buenas técnicas de autocontrol emocional se convierte en una cualidad clave para tener éxito en el trabajo, por encima de otras habilidades. 

Por todo esto, aprender técnicas de regulación emocional es una herramienta esencial para mantener lo más sana posible nuestra salud mental y nuestro bienestar diario. Te explicamos las técnicas para controlar las emociones que te ayudarán a llevar un estilo de vida más tranquilo, enfocado y relajado.

• ¿Qué es el autocontrol emocional?
• Técnicas de autocontrol emocional
• Beneficios del autocontrol emocional

¿Qué es el autocontrol emocional?

El autocontrol emocional es la capacidad de gestionar y regular nuestras emociones de manera consciente, evitando que estas nos dominen o nos lleven a comportamientos impulsivos o inadecuados. Es una habilidad clave para mantener el equilibrio emocional en situaciones difíciles o estresantes, permitiendo que tomemos decisiones más racionales y calmadas en lugar de reaccionar de manera automática o explosiva. De esta forma, aprenderemos a reconducir nuestros sentimientos con mucha más facilidad, desarrollando de manera óptima nuestra inteligencia emocional.

Ejemplos de desestabilización emocional

Para dar el primer paso a la hora de identificar situaciones que nos puedan hacer perder el control, debemos conocer mejor el funcionamiento de las emociones. Estas van de la mano con el control, por lo que debemos conocer en qué contexto se generan aquellos sentimientos que pueden producir más estrés o incomodidad. Algunos ejemplos de escenarios que nos pueden desestabilizar emocionalmente son:

• Situaciones concretas (un examen, exposiciones, una boda…).
• Pensamientos sobre desenlaces negativos en ciertas situaciones, generando ansiedad anticipatoria. Es decir, el miedo o angustia previos antes de que algo ocurra o de lo que pueda suceder (suspender una prueba, no conseguir el trabajo tras una entrevista, etc.).
• Falta de ayuda o instrucciones poco claras.
• Exceso de responsabilidad.
• Mala organización.
• Ausencia de motivación.
• Exceso de tareas y dificultad elevada de las mismas.

Si enfrentarte a estas situaciones se te hace cuesta arriba, ¡las siguientes estrategias de autocontrol emocional te allanarán el camino hacia ese deseado bienestar mental!

Autocontrol emocional: técnicas

Las técnicas de gestión emocional son herramientas que ayudan a controlar esos abrumadores sentimientos que nos generan las situaciones de estrés o incomodidad. Aprender a desarrollar correctamente ejercicios de autocontrol emocional nos permitirá disfrutar de una mejor calidad de vida. Te explicamos 5 técnicas de autocontrol útiles y efectivas con las que lograr este objetivo. ¡Apunta!

Distráete

Es fácil. ¡Busca algo que te permita darle menos vueltas al coco! Cuando te sientas nervioso, estresado o sobrepasado, debes recurrir a algo con lo que puedas desconectar y centrar tu mente en otra cosa.  Utiliza estímulos o actividades que te entretengan y reconforten para tranquilizarte: ver una película, hacer deporte, leer un libro, salir con amigos… ¡Tú eliges tu medicina!

Tómate una pausa

Esta técnica es sencilla y, a la larga, te será muy útil para evitar perder el control. Primero, debes reconocer que te encuentras en una situación que te está alterando para, posteriormente, parar y salir del lugar del conflicto.

Busca alguna técnica que te ayude a descender esos nervios, como respiración profunda o distracciones, y cuando te sientas más tranquilo, puedes volver al alboroto intentando gestionarlo de manera objetiva y serena.

Busca el motivo 

Tenemos que aprender a identificar la causa de nuestros nervios e incomodidades. ¿Qué estímulo ha provocado tu ansiedad, miedo o enfado? Respira y acepta que estás teniendo esa emoción, no luches contra ella. De esta forma, lograrás tener una respuesta más saludable para trabajar tu control emocional. 

Practica mindfulness

¿Te suena? Es una terapia basada en la meditación, perfecta para relajar tu cuerpo y mente en momentos de ansiedad. Te ayuda a darle atención total a lo que sientes en ese momento y lugar concreto. 

Practica situaciones reales

¡Llega el momento de montarse una película! Imagina una situación y actúa como si fuera real. Si tienes alguna reunión o exposición que te genere nervios, practícala como si estuvieras haciéndola de verdad. Así, podrás evitar o corregir emociones incómodas.

Haz ejercicios de relajación 

¡Los niveles de estrés pueden estabilizarse si practicas técnicas de relajación muscular o respiratoria como las que te dejamos a continuación!

• Respiración profunda. Esta técnica de control emocional es muy sencilla y ayuda sobre todo a controlar las pulsaciones de nuestro corazón o la falta de aire. Inspira profundamente durante unos segundos y mantén la respiración otros tantos segundos más. Suelta el aire lentamente y repite el proceso hasta que te sientas más estable y calmado.
• Relajación muscular. La relajación muscular nos ayudará a calmar y distender los músculos que puedan estar en tensión. Siéntate en una posición cómoda y relaja de forma consciente todos y cada uno de tus músculos lentamente. Una vez relajado, transpórtate mentalmente a un lugar tranquilo que te dé paz y tranquilidad. 

Autocontrol emocional: beneficios

El autocontrol y la gestión emocional aportan un gran abanico de beneficios que nos ayudan a mantener saludable nuestra salud, tanto física, como mental. Ahora que ya conoces los ejemplos de autocontrol emocional, ¡conozcamos sus ventajas principales!

Aumento de la productividad

Está comprobado por un estudio del Instituto de Investigación de Capgemini que los empleados con una inteligencia emocional alta pueden aumentar la productividad en un 20%. 

Mayor estabilidad

¡Dato curioso! Los niveles de rotación en las empresas bajan hasta en un 67% cuanto mayor sea la inteligencia emocional de sus trabajadores. 

Disminuir la fatiga y el cansancio

La fatiga emocional es un agotamiento extremo debido al miedo, estrés o angustia de las situaciones que nos rodean. Para combatirlo, lo mejor es analizar con más calma la situación y tomarse un respiro o distraerse con otras actividades.

Mejorar la calidad del sueño

Las alteraciones del sueño son muy diversas pero, en ocasiones, pueden deberse al estrés, depresión, ansiedad y falta de control. Los problemas de sueño pasan factura en el estado de ánimo y la concentración, alterando nuestro bienestar. Si sabes cuántas horas debes dormir realmente, combinado con las técnicas de autocontrol, disfrutarás de un sueño reparador y saludable.

Además, tener un horario de sueño óptimo ayuda directamente a aumentar la energía y mejorar la capacidad para manejar el estrés y las emociones negativas. ¡Es un círculo perfecto!

Reducción de problemas digestivos

Sí, podemos decirlo. Nuestro estómago puede considerarse casi como nuestro segundo cerebro debido a las 100 millones de neuronas que regulan diversas funciones intestinales, como los movimientos del intestino o la secreción de sustancias digestivas. En definitiva, nuestras emociones o sentimientos están comunicados con el intestino, provocando sensaciones de incomodidad digestiva en momentos de nervios o estrés, como el conocido “tener un nudo en el estómago” o también “sentir mariposas en el estómago”. 

Mejor control de crisis o imprevistos

Además de sufrir menos accidentes, aquellas personas con mayor inteligencia emocional consiguen manejar mejor las situaciones difíciles y tomar decisiones bajo momentos de presión o estrés. A través de la relajación, la retrospección y la meditación podemos aprender a controlar mejor nuestras emociones y sobreponernos a cualquier obstáculo, tanto profesional como personal. 

Las técnicas de autocontrol emocional se convierten en una herramienta imprescindible para nuestro día a día, convirtiéndose en una habilidad o soft skill que adquiere cada vez más relevancia en el ámbito laboral, siendo un factor diferencial entre trabajadores.