¿Sufres el síndrome del impostor? (Test)
28 de noviembre
- Actualizado el 27 de diciembre de 2023 a las 12:06:14
¿Alguna vez has sentido que no mereces el puesto que tienes, el salario que recibes o la empresa donde trabajas?, ¿sientes que eres un fraude y que todos tus logros (o lo que has conseguido) son golpes de suerte?, ¿te da miedo postularte a una oferta de trabajo porque sientes que eres inferior y que no cumples con los requisitos? Todas estas pueden ser señales del síndrome del impostor. Si quieres saber más sobre este síndrome, cada vez más común, te lo contamos todo a continuación.
¿Qué es el síndrome del impostor?
Según la Biblioteca Nacional de Medicina, el síndrome del impostor es un fenómeno psicológico en el que la persona duda de sus logros y habilidades. También experimenta sentimientos generalizados de duda, ansiedad, depresión y temor de ser expuesto como un “fraude” en su entorno laboral. Las personas con este síndrome no pueden interiorizar su éxito (a pesar de la evidencia verificable y objetiva de sus habilidades), y atribuyen sus logros a factores externos, en lugar de relacionarlos con capacidad.
Este síndrome, también conocido como fenómeno del impostor, tiene un impacto significativo en la vida personal y profesional. En el ámbito laboral puede llevar a una excesiva autoevaluación y al miedo de no cumplir con las expectativas. En la vida personal, puede causar estrés, ansiedad y una baja autoestima, afectando las relaciones y la calidad de vida general.
El síndrome del impostor puede afectar a personas de cualquier edad y ocupación. Aunque, de manera generalizada, es común en profesionales calificados y personas en posición de autoridad. Curiosamente, el éxito y el reconocimiento externo a menudo intensifican estos sentimientos en lugar de disiparlos.
Síndrome del impostor: test
Aunque esta sensación (que se puede confundir con falta de autoestima o confianza) puede ser común en algún momento de nuestras vidas, se convierte en un problema cuando es persistente y afecta nuestro desempeño y bienestar. Aunque lo recomendable es acudir a un profesional de la salud mental para recibir un diagnóstico médico, puedes responder este test del síndrome del impostor, para tener una idea:
- ¿Alguna vez sientes que otras personas sobrevaloran tus habilidades o competencias?
- ¿Sientes preocupación por no estar a la altura de las expectativas de los demás tras recibir elogios?
- ¿Crees que tus éxitos se deben más a circunstancias externas o coincidencias que a tus propios esfuerzos o habilidades?
- ¿Te da miedo que las personas que te rodean descubran que eres un “fraude”?
- ¿Desconfías frecuentemente de los elogios que recibes en tu entorno laboral o personal?
- ¿Te asalta la inseguridad o el temor de no realizar adecuadamente un nuevo proyecto o trabajo, a pesar de tu historial de éxitos?
- ¿Sueles restarle importancia a tus logros, pensando que podrías haberlo hecho mejor?
- ¿Has sentido alguna vez que tu éxito podría ser resultado de la suerte o de un error fortuito?
- ¿Tienes la impresión de que engañas a otras personas con respecto a tu verdadero rendimiento o habilidades?
- ¿Comparas tu desempeño con el de los demás, sintiendo a menudo que no estás a su nivel, incluso cuando te felicitan por tu trabajo?
Este test de autoevaluación no sustituye el diagnóstico o consejo profesional, pero puede ser un primer paso útil para reconocer patrones relacionados con el síndrome del impostor y tener una mayor autoconciencia. Si has respondido afirmativamente y sientes que ya afecta de forma significativa a tu bienestar, puede ser útil buscar apoyo profesional.
Síndrome del impostor: causas
Las causas del síndrome del impostor pueden ser varias, aunque generalmente están relacionadas con la autopercepción, la psicología individual y las experiencias de vida. Este síndrome es un fenómeno psicológico complejo que puede ser influenciado por varios factores subyacentes:
Entorno familiar
La formación de este síndrome a menudo comienza en la infancia, donde la dinámica familiar y las presiones académicas juegan un papel importante. Las personas que se criaron en hogares donde se pone énfasis en el rendimiento académico o se compara con parientes o con miembros de la familia exitosos, pueden desarrollar una sensación persistente de no ser lo suficientemente buenas, alimentando así la mentalidad del impostor.
Estereotipos sociales
Los estereotipos sociales pueden enfrentar expectativas contradictorias, lo que puede conducir a dudas sobre las capacidades y logros. Además, los mensajes culturales sobre el éxito y el fracaso pueden afectar profundamente la autoestima y la autoimagen.
Autoexigencia y perfeccionismo
Las personas que se imponen expectativas irrealizables y se enfocan en lo que perciben como fracaso, en lugar de sus éxitos, están en riesgo de sufrir este síndrome. Esta autocrítica implacable y la lucha por alcanzar estándares imposibles pueden llevar a una permanente sensación de insuficiencia. Compararse constantemente con otras personas, especialmente en plataformas de redes sociales, puede alimentar la creencia de no ser lo suficientemente bueno.
Autoestima y confianza
La baja autoestima, a menudo alimentada por experiencias negativas pasadas o fracasos, puede hacer que las personas duden de sus habilidades y logros. Esta falta de confianza se ve exagerada por la inseguridad y puede ser particularmente intensa en situaciones nuevas o desconocidas.
Síntomas del síndrome del impostor
Este síndrome se manifiesta a través de una serie de síntomas psicológicos y emocionales que pueden afectar significativamente tanto la vida personal como profesional de quienes lo padecen. Estos síntomas incluyen:
- Sensación de no merecer. Se piensa que los éxitos no son por mérito propio, sino por azar o gracias a la ayuda de otros. Ignorando el propio esfuerzo y habilidad.
- Insatisfacción. Aunque los demás reconozcan y alaben el trabajo realizado, siempre se cree que se pudo haber hecho mejor. Es como tener un crítico interno que no se toma un descanso.
- Negatividad. Ansiedad, tristeza, y una variedad de pensamientos negativos son frecuentes. Se ve constantemente el mundo a través de un filtro sombrío.
- Sentimiento de fracaso. Incluso cuando se ha hecho un gran trabajo, persiste la idea de no haber estado a la altura.
- Desmotivación. La constante autocrítica puede hacer que se pierda la motivación para seguir adelante con los objetivos.
- Miedo. Hay una preocupación constante de que en algún momento las demás personas se darán cuenta de que no se es tan competente como se aparenta.
- Menosprecio. A pesar de tener evidencias de un buen desempeño, se tiende a minimizar las capacidades y atribuir los logros a factores externos.
Es importante señalar que estos síntomas pueden variar en intensidad. No todas las personas que experimentan el síndrome lo manifestarán de la misma manera. Estos síntomas pueden influir en otros aspectos de la vida y pueden ser un obstáculo para el pleno desarrollo personal y profesional.
Tipos de síndrome del impostor
Como cada persona es un mundo, este síndrome se manifiesta de diversas formas, cada una con características únicas. La Dra. Valerie Young, cofundadora del Instituto del Síndrome del Impostor, identifica cinco perfiles principales que describen cómo las personas experimentan este fenómeno.
Perfeccionista
En este perfil la valía está directamente relacionada a la impecabilidad en su desempeño. El menor error se ve como un fracaso catastrófico, y el éxito se atribuye a factores externos más que a la habilidad propia. Este enfoque puede llevar a un ciclo de autoexigencia y autocrítica severa, donde la perfección es el único estándar aceptable. Para la persona perfeccionista, un pequeño error puede empañar un éxito rotundo. Obtener un 99 sobre 100 podría sentirse más como un fracaso que como un triunfo.
Experto
Aquellas personas que caen en esta categoría sienten una necesidad constante de demostrar su conocimiento y competencia. Se juzgan duramente por lo que no saben y temen ser expuestos como fraudes si su conocimiento no es exhaustivo. El hecho de no ser una enciclopedia andante conlleva al experto a cuestionar sus habilidades y conocimientos, incluso cuando son extensos.
Independiente
El individualismo extremo es la marca de este perfil. Estas personas sienten que pedir ayuda o colaborar disminuye su valía. La idea de hacerlo todo por cuenta propia es fundamental y pedir ayuda es un signo de fracaso. Esta mentalidad puede llevar a rechazar el apoyo o la colaboración, incluso cuando podría ser beneficioso.
Genio natural
Este perfil se centra en la facilidad y rapidez con la que se aprenden y realizan las tareas. Si se necesita hacer más esfuerzo o no se logra la perfección en el primer intento, puede parecer un fracaso. Esta visión puede hacer que se evite afrontar desafíos que requieran un aprendizaje o esfuerzo gradual.
Superhumano
En este caso, la persona mide su valía por su capacidad para manejar múltiples roles y tareas. No cumplir con cada uno de estos roles a la perfección genera un sentimiento de fracaso. Este perfil a menudo lleva a la sobrecarga de trabajo y al estrés, ya que intentan cumplir con expectativas irrealizables en todas las áreas de su vida.
¿Cómo se combate el síndrome del impostor?
El primer paso es reconocerlo, pero superar el síndrome del impostor implica un enfoque multifacético y personalizado. Sin embargo, hay algunas recomendaciones generales que pueden ayudarte en este proceso:
- Valora tus logros. A menudo, este síndrome te hace dudar de tu competencia, pero si observas objetivamente tus logros y el feedback que recibes, notarás que hay mucho de lo que puedes sentir orgullo. No descartes los elogios o el reconocimiento de tu trabajo, úsalos como un espejo fiel de tus capacidades.
- Expresa tus emociones. Guardarse los sentimientos no ayuda. Habla con personas de confianza sobre cómo te sientes. Escuchar su perspectiva puede ayudarte a ver que tus logros son reales y merecidos, no simples cortesías o golpes de suerte.
- Cambia tu diálogo interno. La forma en que te hablas tiene un gran impacto en tu autoestima. Trata de hablar contigo con el mismo respeto y comprensión que tendrías hacia una persona amiga en la misma situación. Puede ser recomendable hacer sesiones de meditación.
- Ten gratitud. Enfocarte en lo que tienes y en tus logros te ayuda a cambiar la perspectiva de tu situación y valorar tus progresos.
- Enfócate en los hechos. Distingue entre hechos y percepciones. Los hechos son observables y concretos, tus interpretaciones son solo eso, interpretaciones. Esto te ayudará a ver las situaciones con mayor claridad.
- Revisa tus proyectos. Evalúa tus trabajos y proyectos anteriores (no tienen que ser solo del ámbito laboral, sino de cualquier proyecto de vida) para ver si tus sentimientos negativos realmente se sostienen con evidencia.
- Registro de éxitos. Mantén una lista de tus logros y consúltala cuando necesites un recordatorio de tus habilidades y fortalezas.
- Celebra tus logros. No minimices lo que haces. Reconoce tus logros y compártelos con los demás cuando sea apropiado.
- Lista de fortalezas. No te enfoques solo en lo malo. Anota tus habilidades y cualidades y revísala cuando necesites un impulso en tu autoestima.
- Considera ayuda profesional. Si sientes que el síndrome te limita significativamente, una persona experta en psicología cognitivo-conductual puede darte herramientas y estrategias para combatir esas creencias irracionales y limitantes.
Vivir con el síndrome del impostor es como tener un pequeño personaje en tu cabeza que se dedica a hacerte dudar de ti todo el tiempo. Es importante recordar que estos sentimientos no reflejan tu verdadera capacidad. Todas las personas enfrentamos inseguridades y dudas, pero no debemos permitir que definan quiénes somos o lo que podemos lograr. Aprender a reconocer las causas y síntomas es el primer paso para empezar a cambiar la percepción de la realidad. No dudes en buscar ayuda profesional en caso de ser necesario.
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