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TDAH: qué es y cómo saber si deberías consultar con una especialista

¿Te has sentido abrumado alguna vez por la procrastinación crónica, con una sensación de inquietud interna que no te deja en paz?, ¿has notado que, a pesar de intentarlo, te cuesta una enorme cantidad de energía mantener la atención en una sola tarea? Estas experiencias, que a menudo se atribuyen a la falta de fuerza de voluntad o al estrés del mundo moderno, podrían ser TDAH, que es una condición neurobiológica que, aunque es conocida por manifestarse en la infancia, a menudo persiste en la vida adulta.

Este artículo es una guía informativa -no un diagnóstico, importante-, y está enfocado, principalmente, en el TDAH en adultos. Nuestro objetivo es ofrecerte las herramientas para entender mejor el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad y saber cuándo es el momento de buscar ayuda profesional.

¿Qué es el TDAH?

El TDAH es un trastorno del neurodesarrollo que afecta a las funciones ejecutivas del cerebro, las cuales son responsables de la planificación, la organización, la gestión del tiempo y el control de los impulsos. Su nombre completo, Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, ya te da pistas sobre sus tres síntomas principales, que no siempre se manifiestan juntos:

  • Inatención: es la dificultad para mantener la concentración en una tarea, seguir instrucciones, organizarse y ser detallista. A menudo se confunde con la falta de interés, pero es una incapacidad para dirigir la atención de forma sostenida.
  • Impulsividad: se refiere a la dificultad para controlar las respuestas y los impulsos. Puede manifestarse en una baja tolerancia a la frustración, en interrumpir a los demás o en decisiones precipitadas (personales o financieras). De hecho, existe una relación entre el TDAH y las compras compulsivas.
  • Hiperactividad: en los adultos rara vez se manifiesta como la hiperactividad física y constante de un niño. Más bien, se siente como una inquietud interna, una necesidad de estar en movimiento, de moverse constantemente en el asiento o de hablar sin parar.

Es probable que cuando piensas en lo que es el déficit de atención imagines una falta de atención evidente, pero en realidad es un problema con la regulación de la misma. Las personas con TDAH pueden tener un estado de "hiperfocus" en temas que les interesan, algo que contrasta radicalmente con la dificultad para concentrarse en tareas que no les motivan y promueven la idea de que es algo deliberado.

¿Cómo se manifiesta el TDAH?

En la vida adulta, los síntomas del TDAH pueden ser sutiles y, a menudo, se confunden con otros trastornos o con rasgos de la personalidad. Aquí tienes algunas señales a las que prestar atención:

  • En el trabajo: dificultad para organizar tareas, cumplir plazos, falta de constancia, o procrastinación crónica que genera un estrés significativo.
  • En la vida diaria: tendencia a perder objetos (llaves, móvil, cartera), dificultad para recordar citas o citas importantes, olvidos frecuentes.
  • En las relaciones: escucha selectiva, impulsividad en la toma de decisiones que afectan a los demás, interrupciones constantes en las conversaciones y cambios de humor repentinos.
  • De forma interna: sensación constante de frustración, baja autoestima y un profundo sentimiento de inquietud que dificulta la relajación, como sería el caso del fidgeting.

Cuándo consultar con una especialista

Si al leer los síntomas te has sentido identificado, el siguiente paso es buscar la valoración profesional para someterte a una evaluación del TDAH. Lo más conveniente es acudir a un psiquiatra, psicólogo clínico o neurólogo especializado en adultos

Debes consultar a un especialista cuando:

  • Tus síntomas son recurrentes y, sobre todo, han estado presentes desde la infancia.
  • Estos síntomas te causan un malestar significativo y afectan negativamente a tu vida laboral, personal o social.
  • Has intentado estrategias de autoayuda sin éxito y la situación se vuelve insostenible.

El diagnóstico no es una prueba de sangre, sino una evaluación exhaustiva que incluye:

  • Revisión de tu historial médico y de desarrollo (con información desde la infancia).
  • Examen físico para comprobar ciertas afecciones de salud que pueden causar síntomas similares.
  • Entrevistas con el paciente y, si es posible, con un familiar.
  • Uso de escalas y tests para evaluar los síntomas.

Cómo saber si mi hijo es hiperactivo

Aunque aquí nos enfocamos en adultos, es fundamental entender que el TDAH es un trastorno del desarrollo que comienza en la infancia. Si alguna vez has buscado “cómo saber si mi hijo es hiperactivo”, tienes que saber que las señales en los niños suelen ser más evidentes y se manifiestan en contextos escolares y sociales.

Algunos indicios pueden ser:

  • Inatención: no presta atención a los detalles, comete errores por descuido, parece no escuchar cuando se le habla y se distrae con facilidad.
  • Impulsividad: responde antes de que se termine la pregunta, interrumpe a otros y tiene dificultad para esperar su turno.
  • Hiperactividad: dificultad para permanecer sentado, correr o trepar en momentos inapropiados, hablar en exceso.

Es crucial recordar que muchos niños son inquietos y enérgicos por naturaleza. La diferencia con el TDAH es que estos síntomas son persistentes, crónicos y afectan al rendimiento académico y a las relaciones sociales del niño. Ante cualquier sospecha, la consulta con un especialista es el camino para tomar medidas cuanto antes.

Actividades para adolescentes con TDAH

La gestión del TDAH no se limita a la medicación o la terapia. Las actividades físicas y creativas son herramientas poderosas, especialmente para adolescentes: canalizan la energía, mejoran el foco y la autogestión. 

Si buscas actividades para adolescentes con TDAH, estas pueden ayudarte:

  • Deportes con reglas y estructura: artes marciales o deportes de equipo. Estas actividades ayudan a desarrollar la disciplina, el control de los impulsos y el trabajo en equipo.
  • Actividades creativas: tocar un instrumento, dibujar, pintar o el teatro. En ellas se fomenta el hiperfocus del TDAH de forma productiva, ayudando a la concentración en una tarea específica.
  • Mindfulness y yoga: aunque puedan parecer complejas para jóvenes, el yoga y las técnicas de mindfulness son excelentes para enseñar a la mente a calmarse, mejorar la conciencia corporal y regular las emociones.

Ahora que sabes casi todo acerca del TDAH, desde qué es hasta cómo reconocer sus síntomas más frecuentes, no dudes en acudir a un profesional si tu mente te lo pide. Mientras, en B100 seguiremos ayudándote a saber más de cómo se expresa tu mente y tu cuerpo. Por eso, para saber identificar y lidiar con aquello que te demanda tu cuerpo, te recomendamos también la lectura del artículos sobre cómo saber si tienes un TCA. Porque la información es poder, y esta clase de poder es el primer paso para tratar de cambiar las cosas con cabeza.

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