Cómo combatir el calor en la calle durante el verano: trucos

Cuando llega el verano, las altas temperaturas se convierten en un problema difícil de llevar. Y aunque pasar la tarde en la playa o la piscina puede ser la mejor opción ante el calor, a veces simplemente tienes que salir a la calle para ir al trabajo, al instituto o simplemente a comprar en el supermercado. Si tienes que salir de casa, te enseñamos estos trucos para estar lo más fresco posible en la temporada de calor. ¡Toma nota y aprende cómo combatir el calor del verano en la calle! 

• Cuáles son los riesgos del calor en el verano
• Cómo combatir el calor en la calle
• Cómo bajar la temperatura dentro de casa
• Cómo bajar la temperatura corporal

Cuáles son los riesgos del calor en el verano

Durante el verano, queremos aprovechar al máximo la luz del día y pasamos más tiempo de lo normal fuera de casa. Por eso, también pasamos más tiempo expuestos a temperaturas elevadas y radiaciones solares. Con toda esta exposición solar, nuestra piel se vuelve más frágil e indefensa frente a las quemaduras y la sensibilidad al sol.

Según el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, la exposición constante al sol y el calor suelen afectar fundamentalmente a las personas mayores más vulnerables, a enfermos y a personas con discapacidad con insuficiente apoyo social. Las consecuencias de exponerse al sol en el verano son tan variadas como perjudiciales para nuestra salud: dermatitis, edemas, deshidratación, insolación, calambres, síncopes…

Además, los riesgos del calor aumentan si se sufren patologías relacionadas con el sistema respiratorio y si se consumen ciertos medicamentos, como los antidepresivos o antipsicóticos. De esta forma, el peligro de sufrir quemaduras graves o desarrollar potencialmente cáncer de piel es más predominante que en otros casos.

En caso de sufrir enfermedades respiratorias, se recomienda consultar los avisos locales de contaminación atmosférica y la calidad del aire. Además de tomar las medidas necesarias para reducir el tiempo en exteriores, como permanecer dentro de casa o evitar hacer esfuerzos prolongados al aire libre.

No obstante, la mayoría de los efectos adversos de la exposición al sol y las altas temperaturas son evitables siguiendo unos sencillos consejos. ¿Quieres conocerlos? ¡Sigue leyendo!

Cómo combatir el calor en la calle durante el verano

Como ya mencionamos, es muy importante controlar el tiempo de exposición al sol y protegerse del calor y las radiaciones. Para ello, y con el objetivo de proteger a la población de los posibles daños que estas condiciones adversas pudieran causar, el Ministerio de Sanidad y la Agencia Estatal de Meteorología elaboraron un decálogo de sencillas recomendaciones.

¡Aquí las tienes!

Aprovecha la sombra y los lugares frescos

Nunca apreciamos más la sombra de un árbol que durante la época de verano. Y es que cuando el sol está en su punto más alto, los árboles nos pueden salvar con la protección de su sombra y su frescura. Por eso, también es importante que las ciudades sean cada vez más sostenibles y cuenten con espacios verdes donde podamos protegernos del calor. 

En España, algunas ciudades cuentan con refugios climáticos para proteger a sus habitantes de las temperaturas extremas. Estos espacios pueden ayudar a combatir el calor en la calle. Además, no olvides las fuentes transitables, las piscinas, el río o cualquier espacio público donde puedas descansar unos minutos para refrescarte cuando hace mucho calor. 

Beber agua o líquidos con frecuencia

Aunque no sientas sed, es esencial mantenerse hidratado, ya que el agua conforma la mayor parte de nuestro cuerpo y se encarga de regular la temperatura corporal, que debe mantenerse entre 36 y 37 grados. Como explica la Fundación Aquae, lo más recomendable es beber unos 2 litros de agua al día. Aunque la cantidad puede ser mayor para deportistas, embarazadas o personas que se exponen al sol de forma recurrente (personal de construcción, por ejemplo). 

Evita las bebidas azucaradas, con cafeína o alcohol

Este tipo de líquidos desarrolla una labor completamente opuesta a lo que esperamos, ya que potencian la deshidratación. 

Presta atención a las personas más vulnerables

Dentro de este grupo se encuentran los bebés, mujeres embarazadas, personas mayores, personas con discapacidad o con enfermedades que puedan empeorar con el calor. Por ejemplo, como la diabetes, la hipertensión, el cáncer o la obesidad.

Ten cuidado con los esfuerzos físicos en las horas centrales del día

No, ¡el verano no es una excusa para dejar de hacer ejercicio! Pero sí que es una época en la que hay que tomar más precauciones que, por ejemplo, en invierno. Por eso, hay que tener especial cuidado con no exponerse al sol durante las horas de mayor radiación y aumentar el consumo de agua para mantenerse bien hidratados. No olvides consultar el siguiente artículo si vas a practicar deporte en verano y hace calor extremo.

Nunca dejes a ninguna persona o animal en un vehículo estacionado y cerrado

¡Que no se te pase! Dejar encerrado en un vehículo a personas o animales durante un periodo de tiempo elevado puede tener graves consecuencias. En solo una hora, el interior de un coche aparcado bajo el sol en verano con una temperatura exterior de 21ºC puede superar los 45 ºC. Si la temperatura exterior es de 35ºC, la temperatura interior de un coche aparcado bajo el sol puede alcanzar los 55ºC, tal como explica un estudio de RACC. 

Ya lo sabes. Incluso si vas a hacer recados rápidos, siempre puede haber algo que te obligue a retrasarte más de la cuenta. Evita problemas y no dejes a ninguna mascota o menor dentro del coche. 

Acude a un médico si tienes síntomas relacionados con el calor que duren más de una hora 

Los golpes de calor son frecuentes, pero no por ello menos preocupantes. De hecho, su tratamiento requiere de una urgencia vital, ya que se pueden evitar graves consecuencias si la temperatura corporal del afectado se estabiliza cuanto antes.

Algunos de los síntomas más comunes de los golpes de calor son una temperatura corporal elevada, calambres, debilidad, mareos o dolores de cabeza.

Come ligero y reduce los alimentos ricos en grasas

Con el calor, nuestro cuerpo gasta más energía para mantenerse fresco a través del sudor. Y con este gasto de energía adicional, puede aparecer la sensación de hambruna y la necesidad de buscar alimentos que nos proporcionen más energía. Por este motivo, se recomienda limitar el consumo de alimentos grasos con el objetivo de saciar esa hambre.

Alimentos ricos en agua, platos menos calóricos y reducir las comidas muy dulces o muy saladas son algunos de los consejos a tener en cuenta para controlar el calor corporal y evitar la deshidratación. 

Manos y pies calientes

Con el calor del verano, puede ser común que sientas las manos o los pies calientes o que incluso se lleguen a hinchar del calor. Si tienes mucho calor en las manos, lo más recomendable es refrescarlas unos minutos bajo el grifo con agua fresca. En caso de tener los pies calientes, también puedes meterlos en agua fresca durante unos minutos. Si estás en la calle, puedes aprovechar las fuentes transitables o los bebederos públicos para enfriar las manos. 

Cómo bajar la temperatura dentro de casa

Como comentamos, hay varias pautas y recomendaciones que debes incluir en tu día a día si quieres combatir el calor en exteriores. Pero… ¿y en interiores? Además de seleccionar las prendas correctas o mantenerse hidratados, hay muchos otros trucos que puedes llevar a cabo para soportar el calor y hacer tu casa más sostenible sin malgastar mucha energía. ¡Notarás el cambio!

¡Persianas bajadas!

Una de las formas más rápidas y sencillas de evitar que el calor entre en tu casa es bajando las persianas. Puede parecer una tontería, ¡pero esta práctica puede llegar a reducir la temperatura interior en más de seis grados! Eso sí. Una vez sea de noche, se recomienda abrir las ventanas para que el aire fluya. 

Refresca tu colchón

¿Conoces las bolsas de agua para calentarte en invierno? ¡Pues te pueden ser de gran utilidad también en verano! Llena esta bolsa de agua bien fría e introdúcela en la cama antes de dormir. Muévela de vez en cuando para que el frescor llegue a todos los puntos del colchón. Además, se recomienda utilizar sábanas de algodón 100% para combatir el calor mientras duermes.

Humedece tus suelos

Pasar la fregona es otra forma sencilla y barata de refrescar tu casa de vez en cuando. En caso de tener terraza o jardín, puedes utilizar también este truco para refrescar el espacio una vez caiga el sol.

Deja que los electrodomésticos funcionen de noche

Aunque tengas electrodomésticos eficientes, estos aparatos generan bastante calor durante su funcionamiento. Por eso, se recomienda reservar su uso para la noche ya que, además de ahorrarte calor indeseado, ¡es probable que te salga hasta más barato! ¡Consejo! Si quieres mantener tu hogar más frío, puedes desconectar los aparatos que no estés utilizando.  

Cómo bajar la temperatura corporal

Pulverizador de agua fría siempre a mano

Uno de los trucos para refrescarse en verano y combatir el calor es utilizar un pulverizador de agua fría. Así de simple como suena, solo necesitas agua fría de la nevera y un bote vaporizador. Puedes utilizarlo de vez en cuando como un spray para refrescar la habitación, ¡o incluso a ti mismo! Se aconseja realizar este truco justo antes de irse a dormir.

Duchas cortas y templadas

Estás leyendo bien. Duchas templadas, ¡no frías! Puedes pensar que cuanto más fría el agua, más te refrescarás, pero nada más lejos de la realidad. Si tomas una ducha helada, al terminar tus músculos se activarán con la sensación de frío, lo que elevará la temperatura corporal y te dará más calor. Por lo tanto, para bajar la temperatura corporal lo mejor es tomar duchas con agua de temperatura ambiente.

Utiliza prendas ligeras y claras

Uno de los trucos para cuando hace mucho calor es evitar utilizar tejidos oscuros y pesados. Tanto para tu ropa como para la ropa de cama o las cortinas de casa, ya que las prendas claras y ligeras evitan que se concentre la radiación solar. Tejidos como el algodón o el lino transpiran mejor y son especialmente frescos.

Llevando a cabo prácticas como estas no solo evitarás complicaciones de salud y noches en vela por la exposición a un calor excesivo, sino que además ahorrarás en tu próxima factura al evitar recurrir al aire acondicionado como compañero de verano. ¡A quitarse el calor!