Housesitting: qué es y cómo puedes viajar con alojamiento gratis
10 de julio
¿Te imaginas viajar por el mundo sin pagar un solo euro por alojamiento? Dormir en una villa en la Toscana, cuidar un gato en una casa con vistas al mar en Lisboa o pasar un mes en una cabaña en Canadá mientras riegas las plantas. Todo esto sin gastar en hoteles ni alquileres. ¿Suena bien? Pues no es un sueño, ¡se llama housesitting!
Aunque todavía no es muy conocido, el housesitting está ganando fuerza entre nómadas digitales, personas mochileras y también viajeras de largo plazo que buscan ahorrarse gastos en alojamiento. Si todavía no has oído hablar de esto, sigue leyendo, porque puede que estés a punto de descubrir tu nueva forma favorita de recorrer el mundo. ¡Presta atención!
- ¿Qué es el housesitting y por qué deberías probarlo?
- ¿Por qué es mucho más que un alojamiento gratis?
- Pros y contras del housesitting
- Cómo empezar a viajar cuidando casas
¿Qué es el housesitting y por qué deberías probarlo?
Empecemos por lo básico: literalmente se traduce como "sentarse en una casa", en la práctica es un intercambio de favores entre personas que viajan y personas que se van de viaje. En pocas palabras: cuidar casas por el mundo.
Cuando alguien se va de vacaciones o por trabajo durante días, semanas o incluso meses, muchas veces necesita que alguien se quede en su casa para cuidar a sus mascotas, regar las plantas o simplemente para que la casa no quede vacía. Y ahí es donde entras tú, un trotamundos que quiere conocer lugares de forma auténtica y económica.
En definitiva, en lugar de pagar por un hotel o apartamento, te alojas gratis en casas reales a cambio de hacerte cargo de tareas básicas. Es una forma de hospedaje gratuito para personas viajeras que, además, te permite vivir como un local y tener una experiencia mucho más inmersiva.
¿Por qué es mucho más que un alojamiento gratis?
Una de las cosas más bonitas del housesitting es que no se trata solo de un alojamiento gratis por cuidar casas, sino de crear vínculos la mayoría de las veces. Muchas de las casas ofertadas tienen perros, gatos o incluso gallinas que necesitan compañía, también cuidarás mascotas. Así que, si eres de las que se derriten con unos ojitos grandes y un meneo de cola, eres la persona perfecta para esto.
Según laSexta, esta tendencia ha crecido muchísimo en los últimos años, ya que son cada vez más las dueñas de mascotas que quieren asegurarse de que sus peludos estén en buenas manos y cuidados en su propio entorno mientras ellas viajan.
De ahí, nacen plataformas como Trusted House Sitters, que permiten conectar a personas de todo el mundo de forma segura. Ahí puedes crear un perfil, contar un poco sobre ti, subir fotos, dejar reseñas de experiencias anteriores y aplicar a estancias que se publican constantemente. Hay oportunidades en Europa, América, Asia y Oceanía... ¡mascotas del mundo entero te están esperando!
Y si te preocupa el tema de la seguridad o las posibles estafas cuando viajas (algo que a todos nos da un poco de yuyu), te recomendamos echar un vistazo a los consejos que te dejamos sobre cómo evitar estafas en alquileres vacacionales. Aunque el housesitting es bastante seguro en general, no está de más saber cómo protegerse y elegir bien a quién confiar tu tiempo y energía durante tus tan deseadas vacaciones.
Pros y contras del housesitting
Como todo en la vida, el housesitting tiene cosas maravillosas… y otras no tanto. Spoiler: no es un resort todo incluido, ni una escapada sin responsabilidades. Pero si te va la combinación de viaje alternativo, experiencia local y animales, esto te va a encantar.
Pros del housesitting
- Viajar con alojamiento gratis: lo repetimos porque es real. ¡Gratis!
- Vives como una persona local, no como una turista más.
- Puedes pasar largas temporadas en lugares donde sería bastante caro alquilar.
- Conectas con animales, vecinos y culturas distintas.
- Ideal para nómadas digitales.
Contras del housesitting
- Tienes responsabilidades: no puedes irte todo el día fuera si tienes, por ejemplo, un perrito que sacar a pasear.
- Puede haber reglas o limitaciones en la casa (no invitar a gente, no usar ciertas zonas, etc.)
- Requiere planificación y flexibilidad en fechas.
En este artículo de El Periódico lo comparan con un “Airbnb de mascotas”, lo cual resume muy bien el concepto cuando el cuidado de casas incluye mascotas. No es para todo el mundo, pero si encaja contigo, puede abrirte un mundo de oportunidades.
Cómo empezar a viajar cuidando casas
Vale, estás convencida: quieres cuidar casas por el mundo. Pero… ¿cómo se empieza? Aquí van los primeros pasos para lanzarte a esta aventura:
Primero, tienes que registrarte en alguna de las plataformas más conocidas. Algunas de las más populares son:
- Trusted House Sitters (la más global)
- Nomador (muy usada en Europa)
- MindMyHouse.
- HouseCarers.
Estas webs funcionan de forma muy parecida: creas un perfil (con foto, descripción, experiencia y referencias si tienes), pagas una suscripción anual (sí, no todo es 100% gratis, pero lo recuperas en la primera estancia), y empiezas a aplicar a ofertas. En su mayoría, están enfocadas al cuidado de los animalitos de la casa, a la vez que mantienes el cuidado y la limpieza de la vivienda. Así que si eres un autoproclamado animal lover, disfrutarás de esta experiencia como un crío.
En la guía de IATI Seguros explican cómo destacar tu perfil y qué cosas debes tener en cuenta antes de aceptar una propuesta: desde preguntar por la conexión a internet (fundamental si trabajas online), hasta dejar claro qué tareas se esperan de ti.
Otro tema que no debes olvidar es el presupuesto. Aunque el alojamiento esté cubierto, viajar cuidando casas sigue teniendo gastos (vuelos, comidas, transporte local…). Así que un buen truco es combinar el housesitting con otras estrategias de ahorro. Por ejemplo, en nuestro post sobre cómo organizar vacaciones baratas, encontrarás ideas para ajustar tu presupuesto sin renunciar a nada.
Y un último consejo: sé paciente. Al principio puede costar conseguir tu primera casa, sobre todo si aún no tienes referencias, pero una vez que empieces, ¡todo fluye! Cuantas más valoraciones positivas tengas, más fácil será conseguir estancias en los destinos que sueñas.
¿Lo tienes claro? Si te preguntabas qué es el housesitting, ahora ya sabes que es mucho más que dormir gratis: es una forma de viajar sin gastarte todos tus ahorros en alojamiento, conectar con personas y animales, y vivir una experiencia de 10.
En tiempos en los que todo sube de precio, viajar cuidando casas puede ser tu solución ideal para seguir explorando el mundo sin desembolsar una gran cantidad de dinero.
¿Te animas a probarlo? Quizás tu próxima aventura empiece en la casa de alguien que solo quiere que le cuides a su amigo peludo mientras se va de viaje. Tú viajas, la otra persona viaja y el perrito hace un amigo nuevo. ¡Todas salís ganando!
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