Slow tech: qué es y cómo reducir el impacto ambiental de tus dispositivos
16 de junio
Vivimos en una era digital. Nos levantamos con el móvil, trabajamos desde el portátil, nos entretenemos con series en streaming y acabamos el día haciendo scroll infinito por redes sociales. Todo esto suena a una rutina normal, pero... ¿te has parado a pensar en el impacto ambiental de esta conexión constante? Spoiler: no es pequeño. La buena noticia es que no tienes que tirar tus aparatos tecnológicos por la ventana ni retirarte al medio de la montaña para ser más responsable con el planeta. Existe una alternativa: la slow tech. Un enfoque que te permite seguir usando tecnología, pero de forma más consciente, sostenible y sin caer en la locura de la fast tech. ¡Te lo contamos!
- ¿Qué es slow tech y por qué es necesario?
- El impacto real de la fast tech
- Cómo sumarte al movimiento slow tech
- Un futuro más humano con la slow tech
¿Qué es slow tech y por qué es necesario?
El término slow tech nace como respuesta al ritmo frenético de la tecnología actual. ¿Cuántas veces has sentido que tus dispositivos se quedan "viejos" en solo un par de años? ¿Y cuántas veces has comprado algo nuevo solo porque salió una versión más moderna y no porque realmente lo necesitaras? Pues eso es lo que se conoce como el fast tech, ese modelo de consumo rápido, compulsivo y poco sostenible que domina el mercado.
En cambio, la slow tech propone lo contrario: parar un momento, pensar y alargar la vida útil de la tecnología que ya tienes. Se trata de usar la tecnología como una herramienta para mejorar nuestra vida, pero sin que nos controle, ni a nosotros ni al medio ambiente.
Según cableando.net, se refiere al “arte de desacelerar la tecnología", algo así como aplicar la filosofía del slow life al mundo digital. Es una invitación a no dejarnos llevar por las modas tecnológicas y reconectar con un uso más responsable y menos dependiente de las grandes plataformas. Como menciona GQ, adoptar una mentalidad slow tech es también una forma de resistencia frente al monopolio de las grandes megacorporaciones digitales.
En resumen, lo que ya conocemos como fast fashion y slow fashion, pero versión techie.
El impacto real de la fast tech
La contaminación digital no es un cuento, es algo que pasa cada vez que abres un email, haces una videollamada o ves tu serie favorita. Puede sonar a tontería, pero nada más lejos de la realidad. El uso de la tecnología digital representa el 4 % de las emisiones globales de CO₂, según datos de ECOEDES, una cifra que supera incluso al tráfico aéreo, que representa el 2,5 %.
Además, está el tema de los residuos electrónicos. Solo en 2022, la humanidad generó 62 millones de toneladas de desechos electrónicos, explican desde la ONU. Para que comprendas la gravedad de estos datos, eso es el equivalente a un millón y medio de camiones que, puestos en fila, darían la vuelta al mundo por el Ecuador. ¿Lo peor de todo? Que menos de una cuarta parte se recicla correctamente. El resto, acaba en vertederos o contaminando ecosistemas.
Esa es la consecuencia directa del modelo fast tech, que da como resultado un sistema insostenible que produce sin parar y agota los recursos naturales a velocidades de vértigo.
Cómo sumarte al movimiento slow tech
Si todo esto te parece preocupante, venimos a tranquilizarte. No te estamos diciendo que debes renunciar a la tecnología, sino que simplemente deberías usarla mejor.
Por eso, compartimos contigo las siguientes claves para empezar a aplicar la filosofía slow tech en tu vida diaria:
1. Alarga la vida útil de tus dispositivos
Uno de los gestos más potentes (y simples) que puedes hacer es cuidar tus dispositivos para que te duren más. Esto incluye mantenerlos limpios, actualizados y protegidos, evitando sobrecargas o temperaturas extremas.
De todas formas, si algo se te estropea, intenta repararlo antes de correr a comprar uno nuevo. Cada reparación evita la fabricación de un nuevo dispositivo y la generación de residuos. Aunque si finalmente necesitas reemplazarlo, busca opciones reacondicionadas o de segunda mano.
Ah, ¡y cuidado con la obsolescencia programada!
2. Reduce tu huella tecnológica diaria
Adoptar hábitos digitales más sostenibles es más fácil de lo que parece. Puedes empezar por cosas como:
- Limpiar tu nube: borra archivos, fotos y correos que no necesitas. Sí, el almacenamiento digital también contamina.
- Desactivar notificaciones innecesarias. No solo mejorarás tu salud mental, también reducirás el número de veces que usas el dispositivo.
- Hacer detox digitales regularmente. Pasar unos días sin pantalla, redes sociales o streaming puede ser un respiro para ti y para el planeta. Te damos algunos consejos prácticos de cómo hacer un detox digital.
Además, iniciativas como Off to Save demuestran que desconectar por un rato puede ser aún más beneficioso de lo que crees. ¡Échale un vistazo y descubre cómo convertir ese tiempo offline en un impacto positivo real para nuestro planeta!
3. Elige alternativas más verdes
La slow tech también implica ser selectivo con las herramientas digitales que usas. Hay un montón de opciones eco-friendly y/o alternativas a las cuatro megacorporaciones digitales ahí fuera esperando a que las descubras.
- Buscadores como Ecosia, que planta árboles con cada búsqueda.
- Sistemas operativos libres como Linux, que dan nueva vida a ordenadores viejos.
- Apps de bajo consumo, que están optimizadas para reducir el uso de datos y batería, como Greenify, Battery Saver o AccuBattery.
- Apps sociales ajenas al ecosistema Meta, como Bluesky, Telegram o Mastodon.
Y si te preocupa el origen de la energía que alimenta tu tecnología, considera cambiar a energía verde en casa o en el espacio donde trabajas. Muchos proveedores ya ofrecen tarifas 100 % renovables, y es una de las formas más directas de reducir tu huella digital.
Un futuro más humano con la slow tech
Adoptar el enfoque slow tech no es solo un acto eco friendly. También es una forma de reconectar con lo que de verdad importa. Cuando paramos, recuperamos el control de nuestro tiempo, nuestros hábitos y nuestras decisiones. Dejamos de estar al servicio de la tecnología para que ella esté al servicio de nosotros y empezamos a ser conscientes. Porque detrás de cada clic, cada like o cada scroll, hay un coste ambiental.
La slow tech es un movimiento que nos invita a reflexionar y actuar desde un lugar más ético y sostenible. No hay que vivir como en la época medieval ni irse a una cabaña en el bosque. Basta con mirar nuestros dispositivos con otros ojos.
Así que revisa tu móvil, borra lo que no usas, respira y desconecta. ¡Así de fácil!
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