¿Sabes lo que es la oniomanía y cómo afecta tu bolsillo?

Una búsqueda rápida por el correo electrónico y encontramos decenas de cupones de descuento, promociones y ofertas de tiempo limitado que, en ocasiones, son imposibles de resistir. Antes de comenzar a meter productos en el carrito, debemos tener en cuenta si realmente necesitamos lo que vamos a comprar o si tenemos el presupuesto para ello. El problema comienza cuando es, literalmente, imposible resistir al impulso de comprar cada vez más y más, incluso más allá de nuestras posibilidades económicas o aunque no necesitemos las cosas. Si ese instinto compulsivo te suena familiar, te explicamos más sobre qué es la oniomanía y cómo está afectando tu vida y finanzas personales

Oniomanía: qué es

La oniomanía, que es también conocida como el trastorno del comprador compulsivo (TCC), es la conducta adictiva que provoca una urgencia irrefrenable y recurrente de comprar y poseer cosas. El placer que genera comprar se convierte en una necesidad, provocando una dependencia psicológica e, incluso, física, aunque no se necesite lo que se compra

Este trastorno es más común de lo que pensamos. Según datos del Instituto de Psicoterapias Avanzadas (IPSIA), entre un 1,1% y 5,9% de la población general sufre esta compulsión. Las personas que padecen de oniomanía sienten euforia o alivio en el momento de la compra, seguido de remordimientos, culpa o incluso angustia, pero son incapaces de detener el ciclo. Este trastorno es un acto compulsivo que puede llegar a dominar la vida cotidiana de una persona, afectando además a su salud financiera. Por lo tanto, es muy diferente a comprar ocasionalmente lo que se desea. 

Las personas que sufren de este trastorno tienen una serie de síntomas que pueden variar en intensidad y frecuencia. Estas son algunas de las señales de adicción destacadas por el Instituto Europeo ALFI

  • Incapacidad para resistir la urgencia de comprar. 
  • Tener pensamientos constantes y obsesivos con las compras, incluso provocando insomnio. 
  • Sentir malestar intenso, incluso físico, impaciencia e irritabilidad ante la imposibilidad de comprar artículos nuevos. 
  • Sensación de euforia durante el proceso de compra. Aunque el sentimiento de gratificación es temporal, y pronto se busca la siguiente “compra perfecta” para tratar de llenar el vacío.
  • Tendencia a no hacer devoluciones, con la necesidad de quedarse con todo lo que se compra. Acumulando artículos no deseados. 
  • Sentir vergüenza o culpa y querer ocultar el comportamiento compulsivo a familiares o amigos (esconder facturas, mentir sobre el precio de los artículos, etc.).
  • Tensión en las relaciones personales con discusiones y conflictos. 
  • Problemas financieros debido al gasto excesivo (deudas, incapacidad para pagar facturas básicas, gastar el dinero destinado a otros fines esenciales como pagar la renta, etc.). 
  • Negación del problema, no reconociendo la gravedad de la situación y el impacto negativo que los hábitos de compra están causando. 

Oniomanía: causas psicológicas 

La exposición constante de publicidad y la facilidad de acceso a bienes de consumo, incluyendo el comercio electrónico, han facilitado y, en cierto modo, normalizado el acto de comprar impulsivamente. Por eso, la oniomanía es un trastorno difícil de reconocer, ya que no hay un perfil exacto, y por eso no es tan visible como otras adicciones. 

En general, comparte características similares con otras conductas adictivas, como la ludopatía, y normalmente puede estar relacionada con un malestar psicológico previo. Estas son algunas algunas causas comunes que se han detectado en las personas que lo sufren

  • Baja autoestima y necesidad de aceptación. Las personas con una percepción negativa de sí mismas pueden buscar en las compras una forma de mejorar su autoimagen o ganar aceptación social. El acto de comprar, especialmente artículos de moda o de lujo, se puede percibir como un medio para aumentar el estatus social o sentirse parte de un grupo. 
  • Pensamientos irracionales. También se pueden presentar patrones de pensamiento distorsionados relacionados con las compras, como creer que comprar un objeto específico cambiará significativamente la vida o que merecen recompensarse constantemente con esta acción. 
  • Episodios depresivos y ansiedad. Comprar puede sentirse como un mecanismo para aliviar temporalmente la depresión o los sentimientos negativos de tristeza, soledad o ansiedad. 
  • Trastorno obsesivo compulsivo (TOC). En este caso, la compra compulsiva puede ser una manifestación de la necesidad de aliviar la ansiedad provocada por obsesiones o compulsiones específicas. Por ejemplo, una persona puede sentir la presión incontrolable por comprar para aliviar la tensión interna o seguir una rutina obsesiva. 
  • Problemas de relación o familiares. Las personas que tienen problemas en sus relaciones o se sienten emocionalmente desconectadas de sus seres queridos, pueden recurrir a las compras como una forma de llenar ese vacío emocional o escapar de los problemas.
  • Influencia del entorno. Especialmente en el contexto actual, promovido mayormente por las redes sociales, donde la imagen de éxito o felicidad está relacionada con los bienes materiales. La comparación constante con otras personas puede aumentar el deseo de comprar para mantenerse al día o superar a los demás. Esta publicidad constante puede incrementar las posibilidades de este trastorno, especialmente en personas que ya tienen predisposiciones psicológicas. 
  • Factores conductuales. La experiencia de comprar puede activar el sistema de recompensa del cerebro, liberando dopamina y creando una sensación de placer. Esta respuesta positiva puede reforzar el comportamiento de compra, llevando a un ciclo repetitivo donde la persona busca recrear esa sensación de euforia o satisfacción. Un escenario similar a la adicción a las sustancias. 
  • Antecedentes familiares. Las experiencias tempranas y los comportamientos observados en el entorno familiar pueden influir en el desarrollo de patrones de compra. Si la persona crece en un ambiente donde las compras son una respuesta común a problemas emocionales o de estrés, es posible que adopte comportamientos similares. 

Tratamiento para superarla

Como en todas las adicciones, en la oniomanía el tratamiento puede ser largo y complejo, ya que incluye factores emocionales, conductuales y psicológicos. Para manejar o superar este trastorno se debe tener un enfoque multifacético y personalizado. Estas son algunas de las estrategias a seguir

  • Terapia cognitivo-conductual. La terapia psicológica puede ayudar a cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento relacionados con las compras impulsivas. A través del acompañamiento psicológico, se pueden identificar los desencadenantes del comportamiento y desarrollar estrategias para lidiar con ellos. 
  • Técnicas de relajación y mindfulness. Practicar técnicas de meditación puede ayudar a reducir la ansiedad y el estrés que conduce a la compulsividad. 
  • Límite de gastos y control de impulsos. Establece límites claros en cuanto al gasto, creando un presupuesto. Aplica técnicas para controlar los impulsos como un diario de gastos, evita el uso de tarjetas de crédito o establece un período de espera antes de realizar cualquier compra. 
  • Actividades alternativas. Busca actividades que no estén relacionadas con las compras y desarrolla otros hobbies. Descubrir otros intereses puede llenar el vacío emocional o el aburrimiento que suele conducir a la compra.
  • Apoyo familiar y de amigos. Durante este proceso de superación, tener un círculo cercano que sirva de motivación y apoyo emocional puede ser esencial para lograr la recuperación.  
  • Concienciación. Entender qué es la oniomanía, sus causas y consecuencias, puede aumentar la autoconciencia y motivar el cambio. Lee libros, asiste a talleres o realiza cursos para manejar el comportamiento compulsivo. 
  • Apoyo farmacológico. En algunos casos, especialmente cuando la oniomanía coexiste con trastornos de ansiedad o depresión, se puede considerar el uso de medicamentos como antidepresivos o ansiolíticos. Cualquier tratamiento farmacológico debe ser aprobado y supervisado por un profesional de la medicina.

Si reconoces alguno de estos síntomas o sientes que las compras están ocupando un espacio cada vez más grande en tu vida, recuerda que la oniomanía no es un callejón sin salida. Este trastorno, aunque desafiante, también ofrece la oportunidad de redescubrir la importancia de las relaciones, los valores personales y la verdadera esencia de la felicidad que trasciende lo material. La recuperación no solo es posible, sino que también puede ser el comienzo de una vida más minimalista, equilibrada y consciente. 

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