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Síndrome postvacacional: qué es y cómo superarlo en 7 pasos

¿Alguna vez se te ha hecho un nudo en la garganta al mirar por la ventana, volviendo a casa, durante un viaje largo de avión? Pues no tienes que pasarte una temporada en la otra punta del mundo para que volver a la rutina te suponga un disgusto. Ya sea que vuelves del apartamento de Torrevieja de tus tíos porque se te acaban los días libres o que regresas a la ciudad después de las fiestas del pueblo, el síndrome postvacacional te puede dejar tocado. Pero, ¿qué es exactamente el síndrome postvacacional?

Si te sientes identificado, pero no sabes cuanta bola darle al asunto, sigue leyendo. Descubre qué es el síndrome postvacacional y cómo salir de esta clase de depresión postviaje.

¿Qué es el síndrome postvacacional?

Cuando una persona está de vacaciones o en un período de inactividad laboral, es habitual que se encuentre relajada y desconectada de unos horarios y hábitos concretos. Por eso, al regresar de esos días de descanso y retomar de nuevo la vida activa, puede llegar a sentir ansiedad o estrés cuando no termina de adaptarse a esta situación. El síndrome postvacacional aparece aquí como un estado de malestar general cuando la persona no consigue adaptarse a las obligaciones de la rutina después de un periodo de descanso.

Aunque cada año que pasa parece adquirir mayor relevancia, el síndrome postvacacional ni está aceptado en la sociedad científica como enfermedad ni hay acuerdo sobre su definición exacta. Tal vez porque para muchos es una situación transitoria. Ahora bien, que para algunos lo sea no quita que conlleve síntomas que pueden alargarse en el tiempo de una persona que, tras volver de unas vacaciones, le cuesta adaptarse de nuevo a la rutina. De ahí que el síndrome postvacacional esté fuertemente ligado al término de depresión postvacacional.

Síndrome postvacacional: síntomas

Según la Clínica Universidad de Navarra, en cuanto a los signos del síndrome postvacacional, “se establece habitualmente y de forma progresiva una sintomatología más propia de un cuadro depresivo. Por todo ello, se afectan diversos aspectos del estilo de vida”. De forma más concreta, entre los síntomas del síndrome postvacacional se pueden encontrar desde cuadros de estrés agudo a insomnio, pasando por “debilidad generalizada y astenia”. 

Por si fuera poco, al tratarse de un malestar producido comúnmente por la vuelta al trabajo después de un período de vacaciones, también se tiende a desarrollar una falta de tolerancia al trabajo. En ocasiones, acompañado de una falta de concentración palpable en el día a día. Algo sencillo de entender, desde el punto de vista del que lo sufre, al sentir una presión que no puede contrarrestar sino que, además, ve disminuido su rendimiento.

Por lo general, la vuelta al trabajo no suele ser del agrado de nadie al dejar atrás una realidad más satisfactoria, ya sean unas vacaciones o un tiempo de descanso, pero tampoco suele conllevar un trastorno en sí. Si fuera el caso, y la persona no consigue revertir la situación o desarrolla unos cambios de humor alarmantes, se recomienda recurrir a un profesional. Un especialista podría proponer un tratamiento específico ante casos de estrés crónico o ansiedad generalizada. Por ello hay que prestar siempre atención a los síntomas.

Cómo salir de la depresión postviaje

Antes de continuar, debes saber que, aunque puedas identificar y compartir síntomas del estrés postvacacional, son muy pocos los que precisan de un abordaje profesional. Desde aquí siempre te recomendaremos prevenir este tipo de situaciones. Pero si tú caso concreto no es preocupante, lo mejor será que sigas siete pautas para volver cuanto antes a la normalidad:

  • Primero, al regresar a tu puesto de trabajo, tienes que comprender que si tienes una lista de 180 correos electrónicos esperándote en la bandeja de entrada, tu productividad el primer día no va a seguir igual que la del día antes de vacaciones. Lo ideal es empezar de manera gradual. Puede servirte empezar con aquellas tareas que consideres menos complicadas de abordar, todo para mantener lo más lejos posible el estrés laboral.
  • Luego, tan importante es arrancar poco a poco como saber priorizar y gestionar honestamente las expectativas. Es complicado retomar el nivel de exigencia de la noche a la mañana. Así que selecciona solo aquellas actividades que puedas llevar a cabo y deja en segundo plano las menos urgentes.
  • Después, no todo tiene que ser trabajo. Aunque tengas que reengancharte a un ritmo alto de trabajo, dejar un hueco para socializar puede ayudar a no saturarte. Aprovecha los parones para el almuerzo, por ejemplo, para desconectar un poco.
  • Una vez en casa, mantener horarios regulares es algo fundamental. ¿Sabes cuántas horas hay que dormir realmente? Dependerá, principalmente, de tu edad, pero si tienes edad para trabajar, alrededor de ocho horas serán las que necesites para estar bien descansado. Si has vuelto con un jetlag importante, quizá lo que necesitas es saber cómo ajustar tu rutina de sueño tras el cambio horario.
  • En tu tiempo libre, aprovechar para hacer ejercicio, moderado, te ayudará a reactivarte de la mejor manera. Si es a diario, aunque sea de forma suave, mejor. 
  • También, si te lo puedes permitir o gestionar, no volver de las vacaciones justo el día anterior a la vuelta al trabajo también es recomendable para prepararte de la mejor manera para el retorno a la actividad laboral. Después del trabajo que conlleva organizar unas vacaciones, a veces es complicado regresar del tirón a la oficina sin prepararse anímicamente.
  • Y, por último, evitar llevarse trabajo a casa, también ayuda. Si consigues ordenar tus ideas y ser eficiente dentro de unos límites realistas, seguro que consigues cumplir con tus tareas. Así no acarreas ningún tipo de ansiedad postvacacional.

Si no se detectan problemas más graves que necesiten de un tratamiento especial, generalmente en quince días, estos problemas psicopatológicos suelen desaparecer. Pero, si no quieres esperar ni quince, ni siete, ni tres días, una actitud positiva, proactiva y productiva ayudará a agilizar el proceso. Porque poner de tu parte siempre es el primer paso a seguir.

Ahora ya sabes cómo aparece esta depre postvacacional y qué puedes hacer para prevenirla. Tal vez te interese conocer unos consejos para combatir y superar la depresión afectivo estacional. Uno nunca sabe cuando va a estar bajo de ánimos, pero en tu mano está estar adecuadamente preparado para cuando suceda.

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